"Puedo quedarme 5 minutos más". Sí, ése es mi segundo pensamiento.
Después de darme cuenta que me he vuelto a quedar dormida, me preparo rápidamente y en apenas unos segundos ya estoy con la llave en el contacto del coche. Llego a la oficina y mi dedo va derecho al botón del café con leche de la máquina; sabe mal, da igual, me lo tomo. Dura jornada, pero pasa, unas veces más rápidas que otras pero pasa, todo pasa.
Salgo como una bala a casa y con una gran sonrisa, me espera mi relax, "¿mi relax?" queda entreno de carrera y seguidamente de natación; "sí, es mi relax". Me canso, sufro, pero me divierto y, aunque solo lo entendamos algunos, descanso. Tras charlar un poco con mis compañeros vuelvo a casa, ya son las 23 de la noche y aún queda prepararse cena y pensar si comer fuera al día siguiente o llevarse tupper; "uy, no fui hacer la compra, bueno cenaré cualquier cosa". Estoy muy cansada, "otro día me preparo algo para comer al día siguiente pero hoy no puedo más, solo cenaré". Caigo en la cama y:
"Aún no puede ser."